La expansión del subclado K de la gripe A (H3N2) mantiene en alerta a las autoridades sanitarias de Sudamérica y ya se lo considera cada vez más cerca de la Argentina. En los últimos días se confirmaron casos en países ubicados al norte del continente, como Perú y Colombia, luego de su detección en México, lo que refuerza la idea de que su llegada al Cono Sur es solo una cuestión de tiempo.
Si bien no se trata de un virus nuevo, los especialistas advierten que esta variante presenta mutaciones que podrían facilitar su transmisión, algo que recuerda a lo ocurrido con las sucesivas variantes de Covid-19. En ese sentido, los sistemas de vigilancia sanitaria siguen de cerca su evolución para evitar una circulación silenciosa, como ocurrió en los primeros momentos de la pandemia.
En Bolivia, la situación encendió señales de advertencia. Allí se activaron protocolos de vigilancia epidemiológica tras registrarse casos sospechosos y se investiga una muerte en el departamento de Santa Cruz que podría estar vinculada al nuevo subclado. Además, varias personas permanecen bajo observación con diagnóstico confirmado de influenza A (H3N2), a la espera de estudios que determinen si corresponde al linaje K.
Las medidas en Argentina
Ante este escenario regional, en distintas provincias argentinas comenzaron a reforzarse los mensajes preventivos, especialmente dirigidos a los grupos de mayor riesgo. El foco está puesto en la vacunación antigripal, ya que se trata de una variante reciente que puede evadir parcialmente la inmunidad previa, un comportamiento similar al observado en algunas variantes de Covid, aunque con menor impacto sanitario.
Los datos oficiales de la campaña antigripal 2025 muestran coberturas dispares: poco más de la mitad de los niños menores de dos años recibió la vacuna, mientras que en adultos mayores de 65 años la cifra ronda el 40%. En embarazadas el porcentaje es similar y en el personal de salud alcanza cerca del 80%.
A pesar de las mutaciones detectadas en este subclado, los informes epidemiológicos nacionales indican que la vacuna actual sigue ofreciendo protección relevante, sobre todo frente a cuadros graves y hospitalizaciones, algo comparable a lo que hoy ocurre con las vacunas contra Covid en su rol preventivo.
Un virus con recorrido global
El subclado K del H3N2 comenzó a circular a mediados de año en Asia y luego se expandió a Oceanía. A partir de noviembre, su propagación se aceleró en Europa y Estados Unidos, hasta llegar recientemente a América Latina. En algunos países se estima que el virus pudo haber estado circulando durante semanas sin ser detectado, una dinámica ya conocida tras la experiencia del coronavirus.
Los especialistas coinciden en que, a diferencia del Covid-19, no se espera un escenario de emergencia sanitaria, pero sí un aumento de casos respiratorios durante el invierno si la cobertura de vacunación no mejora. Por ese motivo, los sistemas de salud refuerzan la vigilancia genómica y las campañas de prevención, insistiendo en la vacunación oportuna, el cuidado de personas vulnerables y la consulta temprana ante síntomas compatibles con gripe.



